julio 10, 2024
‘El camino de la inteligencia límite’ es una serie de podcast de entrevistas a familiares de personas con inteligencia límite. Publicamos estos testimonios para visibilizar las dificultades y los éxitos que viven los padres y madres de personas con inteligencia límite. A través de sus experiencias, queremos compartir herramientas, estrategias y decisiones positivas que han ayudado a las familias a conocer mejor a su hijo o hija y apoyarle de la mejor manera.
Los primeros años
Belén es la madre de un joven de 21 años con inteligencia límite.
En este segundo podcast seguimos conociendo la realidad de las familias en la infancia y adolescencia de sus hijos o hijas: cuáles fueron sus principales apoyos, cómo gestionaron la etapa educativa o cuál fue su recorrido antes y después de recibir el diagnóstico de inteligencia límite de su familiar.
DIAGNÓSTICO: En el caso de Víctor, no fue diagnosticado de inteligencia límite hasta el final de su etapa educativa, cuando ya era mayor de edad. Hasta recibir el diagnóstico fue “un camino muy largo, como todas las familias”, recuerda Belén. “Empiezas a ver desde pequeñito que algo es diferente, porque llega a lo mismo que todos los de su edad, pero siempre muchísimo más tarde. Empezando por caminar, hablar, quitar el pañal… Cuando son pequeños todo se atribuye a un retraso madurativo”.
Con 7 u 8 años diagnosticaron a Victor de TDH y recibió apoyos desde pequeño: “Creo que precisamente por el apoyo que ha tenido Victor por todos los profesionales, tanto médicos como a nivel educativo, la inteligencia límite se la han detectado mucho más tarde”.
ETAPA ESCOLAR: Víctor siempre ha estudiado en la escuela ordinaria y terminó un grado medio de FP. Desde infantil contó con apoyos para niños de necesidades educativas especiales “y eso ayuda mucho”, asegura Belén. “Si no hubiera tenido necesidades especiales y adaptaciones curriculares a lo mejor hubiera tenido que abandonar la etapa ordinaria antes para ir a un colegio especial”.
A pesar de no tener el diagnóstico de inteligencia límite, los apoyos que recibió Victor en el colegio le permitieron desarrollarse en un entorno ordinario. Sin embargo, muchos niños y niñas con inteligencia límite viven una situación muy diferente: “En inteligencia límite hay mucho niño a la sombra que no tiene el diagnóstico y no le están ayudando nada en el colegio porque no tienen los apoyos suficientes”, destaca Belén.
MOMENTOS IMPORTANTES EN EL CAMINO: Uno de los momentos importantes que recuerda Belén en el camino de apoyar a su hijo, es ponerse en contacto con Adisli: “Recuerdo tener una entrevista con el trabajador social de Adisli, y al hablar con él, yo le decía: Ya se me están quitando piedras de esa mochila que yo llevaba cargada de un montón de años”. “Ha sido el último ángel que nos hemos encontrado en este largo camino para enseñarnos un montón de cosas de Victor y de niños como él y cómo afrontar el futuro, que es lo que nos importa”.
«Nunca sabes qué colegios apuestan por la inclusión y cuáles la tienen solo en el título de la puerta».
«Es verdad que el avance en los niños con inteligencia límite es muy lento, pero cuando echas la vista atrás ves hasta donde ha llegado con apoyo o sin apoyo, a fuerza de pico y pala».
«Si realmente queremos un mundo de inclusión tenemos que empezar por las propias familias, porque nos cuesta. No sé a otra gente, pero recibir el diagnóstico en nuestra familia ha costado mucho y todavía estamos en el camino de aceptarlo».
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