Blas, nuestro perro terapeuta, llegó a Adisli con apenas 4 meses, pero con una importante misión sobre el hocico: participar en las sesiones grupales de los grupos de formación para la Autonomía y facilitar la expresión emocional de las personas participantes, rompiendo aquellos obstáculos y bloqueos que se hayan podido producir, fruto del bullying en el ámbito escolar.

Este bonito labrador amarillo, convive y entrena con nuestra Directora de Intervención Técnica, Elisa López. Hemos querido charlar con ella para conocer la evolución de Blas durante estos meses y comprender el trabajo que realizan de forma conjunta.

– Elisa, sabemos que tu historia de amor hacia estos maravillosos compañeros de vida, comenzó con Bosco y se va a materializar con el libro «El Camino de Bosco». Desde hace un tiempo, es Blas quien comparte estas aventuras, ¿en qué momento y de qué forma llega a tu vida?

Blas llega a mi vida para conquistar mi corazón que andaba triste por la perdida de Bosco. Una vez plantó su sonrisa en mi alma ya solo pensé en acercarle a nuestra querida Asociación para compartir su proceso de aprendizaje emocional, para que como Bosco tengamos en un futuro mil aventuras que contar.

 

La Terapia Asistida con Animales, en este caso con nuestro labrador amarillo, Blas, son intervenciones con objetivos terapéuticos determinados, en la que el perro de apoyo social cumple diferentes funciones que resultan beneficiosas durante la interacción con la persona. Además de aportar una gran espontaneidad, puede conseguir aumentar la motivación y atención de las personas y, por ello, favorecer la consecución de los objetivos que se habían marcado.

– Cuéntanos un día de entrenamiento en la vida de Blas

Un día de entrenamiento en la vida de Blas, suena como un despertador con hambre ya que Blasi se abalanza sobre la cama y pide su desayuno como el oso Yogui babeaba por las cestas en el bosque, después un buen paseo, su correa doble y al cole. Allí con su manada practica socialización, amor del bueno y normas que siempre vienen bien.

– Elisa, coméntanos cuál es el papel de Blas en la intervención con las personas con inteligencia límite (IL) y las personas con discapacidad intelectual ligera (DIL)

Blas,en intervención con personas con DIL e IL, es un perro que se siente libre y feliz principalmente. «Orejas», como yo le llamo, es un compañero más al que darle un abrazo, al que contarle un mal día, con el que guardar silencio, correr, practicar la vida, bailar o simplemente pasear, es un amigo que acompañara mi proceso de mejora profesional y personal, porque lo que tiene Blas, es que sabe que es un buen perro que ayudará a muchas personas a conquistar sus miedos quitarles el luto y vestirlas de amarillo.

 

– Blas ha intervenido con algunas personas participantes de Adisli siendo muy cachorro, ¿recuerdas el primer día que nos visitó? ¿Cómo lo viviste tú y cómo lo vivió él?

El primer día en Adisli fue muy feliz para mi, Blas era muy pequeño, yo estaba nerviosa por su reacción pero pude comprobar que mis esperanzas se cumplían con creces, es un catalizador de emociones y la Familia de Adisli llegó a él para construir un camino de futuro para aquellas personas que tienen que atravesar su miedo y vestirse del color del perro, para conectarnos con nuestro yo más interno y fluir hacia ese futuro, con un poder que todas las personas tenemos, aunque a veces lo olvidemos.

Estamos seguras de que Blas facilitará caminos de futuro. Esperamos que de esta forma tengáis la oportunidad de conocerle un poquito más. Nuestro labrador amarillo os envía un gran abrazo perruno: «¡guau!»